Falta un puñado de días, apenas dos semanas para que alejemos la mano de los teclados, de los ratones, para que dejemos la superficialidad del messenger y veamos las caras de 200 personas en nuestro campamento. Para los nuevos será una experiencia absolutamente demoledora: rica en todos esos ingredientes de los que se precia el mejor de los complejos vitamínicos. Para los que repiten será empezar a tener en su mente confundidas las emociones, los sentimientos, las miradas a veces huidizas con ese que también nos mira. Para todos serán veinte días que durarán mucho más que eso.
No os olvidéis de entregar la ficha. Antes que os pille el toro. 200 podremos ser muchos, pero las plazas vuelan. Adelante
